El pasado; las cosas que fueron; las que no pudieron
ser; las que pudieron haber sido y no fueron; las que, aunque lo pareció, acaso en
realidad nunca fueron...
[«Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus» es la última frase de la novela de Umberto Eco "El nombre de la rosa", y está extraída (con una pequeña variación: «rosa» por «Roma») de un verso del poema "De contemptu mundi", del poeta Bernardo Morliacense, monje benedictino del siglo XII. Su traducción es, más o menos: «De la primitiva rosa sólo nos queda el nombre, conservamos nombres desnudos». El significado es que todo en este mundo desaparece más tarde o más temprano, y de ello sólo nos queda el recuerdo; recuerdos sintetizados en simples nombres que acaban difuminándose con los años]. © Antón Rodicio 2013
[«Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus» es la última frase de la novela de Umberto Eco "El nombre de la rosa", y está extraída (con una pequeña variación: «rosa» por «Roma») de un verso del poema "De contemptu mundi", del poeta Bernardo Morliacense, monje benedictino del siglo XII. Su traducción es, más o menos: «De la primitiva rosa sólo nos queda el nombre, conservamos nombres desnudos». El significado es que todo en este mundo desaparece más tarde o más temprano, y de ello sólo nos queda el recuerdo; recuerdos sintetizados en simples nombres que acaban difuminándose con los años]. © Antón Rodicio 2013
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