[Playa de O Picón, Loiba, Ortigueira, costa norte de Galicia]
lunes, 14 de julio de 2025
La nebulosa imagen
jueves, 10 de julio de 2025
Cosmos, vibración, geometría
¿Sería consciente Pitágoras de que no hablaba en metáfora cuando afirmaba que el universo es número?
domingo, 6 de julio de 2025
Matemáticas y Dios
Las ecuaciones son las partituras,
la vibración primordial que las vuelve mundo es la orquesta,
el amor es el director que sostiene la cadencia,
y lo divino es la melodía que se canta a sí misma
para saber que está viva. © Antón Rodicio 2025
sábado, 14 de junio de 2025
El materialismo es una superstición
El materialismo es una superstición.
No lo digo sólo yo. Lo afirmó también, por ejemplo, John Eccles, premio Nobel de Medicina en 1963.
Y no creáis que no hace falta valentía para decirlo desde dentro del mundo científico. Pero hoy, ser beligerante ya no es cuestión de temperamento: es cuestión de supervivencia.
La visión del mundo necesita una transformación radical. El planeta no puede esperar. El exterior se ha vuelto un espejo implacable del interior. Lo que vemos fuera es un vacío espiritual proyectado hacia el mundo.
La crisis ecológica y la crisis existencial de la humanidad son dos caras de la misma moneda.
No hablo de religión —las detesto a todas—. Hablo de espiritualidad trascendente. Sin una visión irrefutable de qué somos (no tanto “quién” como “qué”) y de por qué y para qué estamos aquí, no saldremos de esta. © Antón Rodicio 2025
lunes, 12 de mayo de 2025
Espiritualidad
quien siente compasión no es la genética,
quien sufre remordimiento no es un agregado
de átomos y moléculas.
© Antón Rodicio 2025
viernes, 9 de mayo de 2025
El Día de Europa
En la imagen aparece cruzado por el mayor de los puentes de Bratislava, la capital de Eslovaquia. En lo alto de su único pilón se alza una cafetería-restaurante con forma de platillo volante —llamada por eso “el UFO”—, que ofrece una vista panorámica de 360° sobre el río y la ciudad.
Allí me encontraba un día de marzo de 2022 cuando llegaron a la palma de mi mano, a través del móvil, las imágenes del bombardeo de la maternidad de Mariúpol por parte de Putin. En especial, las de una mujer extremadamente herida, a punto de dar a luz, que era evacuada por voluntarios a otro hospital.
Desde ese día (y desde mucho antes, pero definitivamente desde ese día), no he dejado de anhelar ver este gran río convertido en la espina dorsal de un país único, común y fuerte. Un gran país de cuatrocientos cincuenta millones de habitantes, capaz de hablarle con una sola voz —firme y contundente— a todos los tiranos del mundo.
El borrado total de las fronteras interiores en la Unión Europea. Una federación de estados con un único gobierno federal. Ese es mi deseo, y en la medida en que pueda contribuir a ello, mi objetivo.
No importa que eso pueda tardar: yo puedo esperar. © Antón Rodicio 2025