viernes, 6 de julio de 2012

Cañas pensantes


«El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una caña pensante. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarlo: un vapor, una gota de agua, bastan para matarlo. Pero, aun cuando el universo lo aplastara, el hombre sería todavía más noble que el que lo mata, porque sabe que muere y lo que el universo tiene de ventaja sobre él; el universo, en cambio, no sabe nada de esto».

Esto dice Pascal (y lo dice así: «el hombre...», en lugar de: «el ser humano...», porque en su época las mujeres aún no habían empezado a existir). Pero yo, desprovisto ya del inmenso apoyo que la razón y el "sentido común" proporcionaban a Pascal y a su tiempo, no me creo que el universo no "sepa" (de algún modo) todo eso que Pascal dice que no sabe. Y creo, por el contrario (aunque no, evidentemente, como una rígida e intocable creencia de tipo religioso, ni nada por el estilo), que el universo en su conjunto es mucho más que ese lugar inmenso, mecánico, indiferente a nosotros, carente de inteligencia, significado y finalidad en el cual la mente humana apareció por casualidad, que el paradigma aún imperante pretende que es. © Antón Rodicio 2012.

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