domingo, 8 de septiembre de 2013

Del contenido de la obra de arte

La obra de arte sabe bien lo que quiere contener, y si ha de ser auténtica (y de lo contrario no será una obra de arte) contendrá eso y no otra cosa. Y para conseguirlo torturará a su artífice todo lo que sea necesario hasta que deje de intentar ponerle patas a la serpiente, hasta que se aparte a sí mismo y sus pretensiones y escuche, hasta que deje sitio a ese contenido que quiere aflorar al mundo visible a través de él. © Antón Rodicio 2013.